Asiento: Utilizar un paño húmedo y un agente de limpieza suave. Las toallitas de bebé funcionan perfectamente. Un lápiz borrador puede eliminar las manchas más resistentes.
Capazo: Primero retira la tabla inferior ( recuerda volver a colocarla correctamente). Sumerge el capazo en una bañera llena de agua tibia y jabón previamente preparado y lávalo a mano. Mientras está en remojo, pase un cepillo de cerdas pequeño (por ejemplo, un cepillo para uñas) por la superficie. Enjuagar bien y dejar secar, preferiblemente sobre una superficie de rejilla.
Chasis: Disfruta llevando tu mima a la playa con tu familia, pero recuerda limpiar después los restos de arena y sal para evitar problemas posteriores.
Retira siempre el exceso de suciedad (barro, polvo…) y luego limpia con un paño húmedo y un limpiador de PH neutro antes de dejar secar de forma natural.
Lubrica periódicamente las ruedas, bisagras y piezas deslizantes utilizando un lubricante a base de aceite o silicona. No utilizar aceite espeso, ya que atraerá polvo y arena que podrían dañar las piezas móviles.